Ejemplos con brillando

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Ambos programas permitieron, asimismo, el surgimiento de artistas de la comicidad como Carlos Alvarez, Manolo Rojas, Arturo Alvarez,Sierra, entre otros, quienes siguen brillando con luz propia en la televisión local.
Encontraron la capilla brillando con una luz tan deslumbrante, que sintieron temor.
Detrás de ella se ven las casas brillando esquemáticamente a la luz vespertina.
La escritora Clementina Rosa Quenel los encuentra saliendo de la tupida foresta, cubiertos de tierra hasta la cabeza, las manos partidas de tanto cavar, con la piel casi negra por el ardiente sol, pero en el rostro brillando como gemas sus azules ojos por el entusiasmo de los descubrimientos.
Parece que se encuentra en la rama asintótica gigante, una fase en su evolución estelar en donde está brillando como una estrella gigante por segunda vez.
Se caracterizan sus cuadros por la luz del sol brillando sobre las aguas, reflejando el amanecer o el atardecer, destaca el colorido de grises plateados, marrones y dorados.
Pronto la luz de Scott también está brillando.
Gregorio seguía brillando con luz propia en Deportivo Pesquero, por lo que el técnico Juan Carlos Oblitas decidió convocarlo al equipo que iba a disputar un encuentro amistoso muy importante, ante la poderosa Selección de fútbol de Holanda en condición de visitante.
Cuando aparece el coro de la canción, se muestra al grupo vistiendo trajes blancos y anteojos de sol, caminando por un campo, con el sol brillando.
Cantaremos a las grandes multitudes que el trabajo agita, por el placer o por la revuelta: cantaremos a las mareas multicolores y polifónicas de las revoluciones en las capitales modernas, cantaremos al febril fervor nocturno de los arsenales y de los astilleros incendiados por violentas lunas eléctricas, a las estaciones ávidas devoradoras de serpientes que humean, en las fábricas colgadas en las nubes por los hilos de sus humaredas, en los puentes parecidos a gimnastas gigantes que salvan los ríos brillando al sol como cuchillos centelleantes, en los barcos de vapor aventureros que huelen el horizonte, en las locomotoras de pecho ancho que pisan los raíles como enormes caballos de acero embridados de tubos y al vuelo resbaladizo de los aviones cuya hélice cruje al viento como una bandera y parece que aplauda como una loca demasiado entusiasta.
Esta película no está en el mismo nivel de Los Otros, El Brillando o El Sexto Sentido, pero también es una película muy bien catalogada, y de verdad terrorífica.
El Sol, brillando en un cielo sin nubes.
Cuando le preguntan quien lo ataco, de entre las sombras aparece Sarah Gardner/Osiris con los ojos brillando, y utiliza el dispositivo manual para dejar a Carter y a Fraiser inconscientes.
En lo más profundo del Guerrero de la Oscuridad sigue brillando un destello de humanidad.
Las viejas las reclamaban con sus manos huesosas, deseando compartir el riesgo, brillando en sus ojos la vehemencia de un heroísmo agresivo.
Delante iban las de traje dominguero, con pañuelos rojos o blancos y faldas verdes, brillando al sol sus grandes cadenas de oro.
En otra ocasión hubiese lanzado una carcajada al contemplar a este guerrero, enjuto, huesoso, de ojos crueles, sacando por las mangas sueltas unos brazos nervudos, en una de cuyas muñecas seguía brillando la pulsera de oro.
eran miles de cascos brillando al sol, miles de gruesas botas levantándose con mecánica rigidez todas a un tiempo, las trompetas cortas, los pífanos, los tamborcillos planos, conmoviendo el augusto silencio de la piedra, la marcha guerrera de sonando en las avenidas desiertas ante las casas cerradas.
Transcurrían semanas enteras sin que las devotas pudiesen admirar de cinco a siete sus crenchas negras y sus piececitos charolados brillando bajo las luces al compás de graciosos movimientos.
Era incapaz de sentir celos, pero, por ambición maternal, deseaba que sus hijos no se quedasen atrás, brillando y ascendiendo como los hijos de la otra.
De tarde en tarde un hombre de lento paso entraba en el círculo de un reverbero, brillando el cañón de su fusil.
El capitán vió a través de sus gemelos muchedumbres guerreras ocupadas en los quehaceres del despertar, filas de caballos sin jinete que iban al abrevadero, parques de artillería con sus cañones en alto iguales a tubos de telescopio, pájaros enormes de alas amarillas que emprendían su deslizamiento a ras de tierra con rudo traqueteo y poco a poco se remontaban en el espacio, brillando sus alas enceradas con los primeros fulgores del sol.
En un pedazo de cielo limpio y azul se destacaron varios minaretes, brillando sus remates con los fuegos de la aurora.
El sol, apareciendo sobre la cumbre de una montañuela cercana, disipaba la bruma matutina, que descendía al valle en jirones de encaje gris, y, brillando en un espacio azul clarísimo, alumbraba con luz naciente, fresca y suave.
Yo esperoañadió la señora gravemente, y como si las estrellas no estuviesen brillando en el cielo, que Sol será una buena maestra.
Y aunque brillase el sol, como por encima de la gran magnolia estaba brillando aquella tarde, alrededor de Ana se veía una claridad de estrella.
Luego vió destacarse de un grupo de sotanas a su enorme primo, que marchaba con la cabeza descubierta, brillando la condecoración de la Virgen entre la celosía de sus barbas, con la mirada arrogante, una mirada dura y hostil desconocida por Aresti.
Más de una vez he estado tentado de hacerlodijo el prelado con firmeza, brillando en sus ojos una chispa de energía.
Hablaba golpeando cadenciosamente con una mano el dorso de la otra, y sus ojos pardos, brillando tras las gafas de oro, eran lo más notable del rostro, por su expresión extremadamente bondadosa y atenta.
Era el carro dos veces, y aun tres, mayor que los pasados, y los lados, y encima dél, ocupaban doce otros diciplinantes albos como la nieve, todos con sus hachas encendidas, vista que admiraba y espantaba juntamente, y en un levantado trono venía sentada una ninfa, vestida de mil velos de tela de plata, brillando por todos ellos infinitas hojas de argentería de oro, que la hacían, si no rica, a lo menos vistosamente vestida.

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