Ejemplos con bocacalle

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Ella le reconoció a su vez, y este descubrimiento la hizo detenerse junto a una bocacalle, dudando entre seguir adelante o huir hacia el interior de Nápoles.
Por cada bocacalle entraba en la de la Victoria, con su banda de tamborines a la cabeza, una compañía de milicianos.
Butrón quiso volver atrás y salir por cualquiera bocacalle a la Carrera de San Jerónimo.
Doña Manuela permaneció inmóvil algunos minutos en la bocacalle.
Al cabo de un cuarto de hora, apareció por la boca-calle la berlina con las dos damas.
Acercose más y vio pasar de largo por la bocacalle multitud de figuras negras, sobre aquella oscura masa brillaban agudas puntas en cantidad enorme.
-Van a ver cómo los hago llevar a la Comisaría -replicó el agente incomodado-, y se dirigió a la bocacalle con intención de pedir auxilio.
-¡Ahí va! -oí decir varias veces, mientras asomaba por una bocacalle un tropel de gentes a todo correr, y enseguida:.
Lo esperaron en la bocacalle, donde llegó al rato el abogado arreglándose unos tiradores de seda.
Miró hacia la bocacalle próxima, por allí el horizonte se abría lleno de resplandores.
Cierta mañana, al volver Pedro de su oficina y doblar una bocacalle, tropezó con una pareja que, en dirección contraria marchaba, cogida del brazo.
Ruperto Tapia, alias El Guarén, guardián tercero de la policía comunal, de servicio esa mañana en la población, iba y venía por el centro de la bocacalle con el cuerpo erguido y el ademán grave y solemne del funcionario que está penetrado de la importancia del cargo que desempeña.
Después de convenir Casallena y Juanito Romero en que a las de Sotillo, tan buenas en el fondo, tan honradas y cariñosas, les faltaba en la máquina del meollo lo menos, menos, la rueda catalina, torcieron por la primera bocacalle en busca de la gran arteria de la ciudad, que, por céntrica, larga, sombría y angosta, y correr por ella las bienhechoras brisas del salino nordeste estacional, estaba a aquellas horas cuajada de transeúntes, lo mismo de los afanosos que de los desocupados, porque daba para todos los gustos, y dándolo continuará probablemente, en las eternas y calurosas mañanas estivales.
El paradójico Óscar Whilde, condenado a una pena terrible, a dos años de hard labour, no encontró, al salir de presidio, una tierra piadosa donde pudiera vivir sin que le escupiesen al rostro el desprecio público, y cuando resolvió marcharse de todas, y se fue de un tiro de revólver, los amigos misericordiosos que tuvieron el valor de querer acompañarle al cementerio salieron de estampía por una bocacalle, dejando solo al muerto, porque la vecindad los veía y cuchicheaba.
Entonces me apresuré a tomar la primera bocacalle para buscar algo de sombra, y de este modo llegué a un callejón sin salida, por donde se entraba a una casa grande de muy buena apariencia.
En cada bocacalle, en cada paso de adoquines, en cada plaza había un tiroteo, así se lo figuraba, de coches y caballos, los mayores peligros, y al llegar a estos tremendos trances de cruzar la vía pública, redoblaba su atención, y, con miedo y todo, pensaba en los demás como en sí misma, y grande era su satisfacción cuando podía salvar de un percance de aquellos a un niño, a un anciano, a una pobre vieja, como ella, a quienquiera que fuese.
Por cada bocacalle entraba en la de la Victoria, con su banda de tamborines a la cabeza, una compañía de milicianos.
Al doblar éste la esquina de Lártiga, se halló de sopetón con el carruaje del marqués de Santiago, también en actitud de torcer la bocacalle de Lescano.
En la bocacalle los despidió volviendo a recomendarles mucho juicio y aconsejándoles fuesen a sus casas.
-Bueno: hagamos de esta manera: yo hago despejar en la calle que hay algunos curiosos y tú me acompañas enseguida con tus compañeros y en la bocacalle los abandono.
Al llegar, su decisión le abandonó y siguió de largo hasta la bocacalle.
El día antes, estando en la puerta del Café, había visto pasar por la bocacalle a Carlota, acompañada de la madre y con una china sirvienta que las seguía cargando un gran bulto envuelto en diarios viejos.
Al llegar nuestros jóvenes a la bocacalle se encontraron con la pandilla que había prendido los cohetes.
-Hombre, es cierto: a mí todavía no se me ha quitado el frío que nos chupamos en la bocacalle.
En la próxima bocacalle Dorotea le pidió que la dejara.
Al pasar por Cerrito se detuvieron en la bocacalle.
Al atravesar una bocacalle siente en las narices un huracán de aguardiente, y casi está a punto de sucederle con un transeúnte lo que por la mañana con Herodes en el portal de Solita.
Ese que se presenta por aquella bocacalle con larga viveza y una rueda de amolar es un pretendiente a la casona.
¡Ni la sombra siquiera de su hija! Entonces, en un arrebato de despecho, arrojó a la canalla hasta tres puñados de monedas, y entre aplausos, silbidos y jujeos, echó por una boca-calle y se perdió de vista.
por la bocacalle vecina, distrajeron mi atención por unos.

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