Ejemplos con bañaban

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Se cuenta los indios bañaban a los recién nacidos en los azahares de sacuanjoche.
La base no está cubierta de color, cosa que hace pensar que se bañaban en color sujetándolos por el pie, el interior está esmaltado de blanco.
Amfriso era también otro dios fluvial de un río homónimo que recorría Frigia, cuyas aguas tenían la particularidad de hacer estériles a las mujeres que se bañaban en él.
Gozosa y atendida, veía Pilar una fiesta de las en el Casino constelado de innumerables mecheros de gas, en el aire tibio poblado con las armonías de la magnifica orquesta, en el salón de baile donde los amorcillos juguetones del techo se bañaban en el vaho dorado de las luces.
Los enemigos se bañaban en agua de rosas, y procuraban aumentar con mil trazas el escándalo.
Era alta, esbelta, el pelo rubio muy claro, los ojos grandes de un azul muy oscuro y, a pesar de las lágrimas que los bañaban enrojeciéndole los párpados y desbordándose por las mejillas, de mirar inteligente, llenos de viveza pero serenos, dulces, como incapaces de expresar nunca sentimiento que no naciese de amor o de ternura.
Resistiéronlos al principio pocos de los enemigos, a causa de que la mayor parte estaban comiendo después del baño, y otros se bañaban, porque nacen allí copiosos raudales de agua caliente, y los Romanos sorprendieron a bastante número de los bárbaros, que, reunidos, celebraban con placer y admiración las delicias de aquel sitio.
Me perecía por conversar con él, y como en estas intimidades se me deslizaban en la lengua algunos destellos de la luz en que se bañaban mis ideas en su escondrijo, el muy lagarto se sonreía a la callada, y con bien escaso esfuerzo de ingenio iba descubriéndome todo lo que yo no quería declarar.
Sus ardientes rayos lo bañaban, lo regocijaban y lo doraban todo.
Todo aquello era broma, ni don Víctor era hoy más liberal que ayer, ni trataba de usted a Ripamilán, ni le tenía por calavera, pero así se manifestaba allí la alegría que a todos los presentes comunicaba aquel vino transparente que lucía en fino cristal, ya con reflejos de oro, ya con misteriosos tornasoles de gruta mágica, en el amaranto y el violeta obscuro del Burdeos en que se bañaban los rayos más atrevidos del sol, que entraba atravesando la verdura de la hojarasca, tapiz de las ventanas del patio.
Y sintió que las lágrimas bañaban sus ojos.
Y ella dijo: Sí, ¡oh anciano! ¡Mi nombre antiguo es Delicias del Tiempo, y el nuevo es Opresión del Tiempo! Al oír estas palabras llenas de amargura, el mercader notó que las lágrimas le bañaban los ojos.
Sí, allí estaba, a solas con el mar, debajo de nosotros, en un pequeño arenal amarillento, con sus grandes fábricas de fundición, cuyas altísimas chimeneas parecían obeliscos del tiempo de Sesostris, con sus ingenios de azúcar, con su empinado barrio antiguo, con su llano barrio moderno, con sus casas de un solo piso, con sus campos plantados de caña dulce, con su opulento río a lo lejos, donde se encuentra la histórica Alquería en que se bañaban los aristocráticos moros de Berja, con algún vaporcillo y otros buques de menor cuantía en su desabrigado puerto, con su aspecto, en fin, mixto de ciudad cubana, inglesa y berberisca.
Dice, además, que le escribió la historia de su propia mano, y con letras abultadas, a fin de que el hijo tuviera dentro de casa medios de aprovecharse para el uso de la vida, de los hechos de la antigüedad y de los de su patria, que con no menor cuidado precavió que se dijeran cosas torpes ante aquel niño, que ante las vírgenes sagradas dichas Vestales, y que nunca se bañó con él, bien que, según parece, esto era costumbre entre los Romanos, porque tampoco los suegros se bañaban con los yernos, evitando el presentarse desnudos los unos entre los otros.
Su religiosidad profunda, su disgusto del mundo sin amargura ni acritud, y su amor a las cosas del espíritu, la apartaban de toda vanidad mundana y de las galanterías y vulgares amores, elevando al cielo sus pensamientos, de donde se diría que, al volver a su alma, bañaban su rostro divino en reflejos como de luz increada.
Un grito de sorpresa y de susto hirió sus oídos, y las jóvenes indias que se bañaban, corrieron a refugiarse en la opuesta orilla.
Varios muchachos se bañaban, pero yo no me atrevía a hacerlo por no dejar a Rosalinda sola.
Acompañamos a las señoras hasta la orilla del río, y mientras que ellas se bañaban, nos reunimos en un trapiche conversando y riendo alegremente.
Pero la piel del vientre no se le pone negra al visitante de la reina Yamlika más que después de su entrada en el hammam, ¡oh hijo de Danial! Y he aquí que los espías que yo tenía apostados en el hammam para que examinaran el vientre a todos los bañistas, han venido hace un rato a decirme que se te había puesto de pronto negro el vientre mientras te bañaban.
Para escoger aquella vivienda no se fijó Lucila principalmente en su amena situación ni en los aires salutíferos que la bañaban: aunque todo esto era muy de su agrado, no se determinó a mudarse mientras el tratante en leñas, José Rodríguez, primer amparador de Gracián, y el Ramos de la calle de Rodas, no le dieran, con su palabra honrada, garantía de la seguridad que allí tendría el perseguido Capitán.
En aquel remanso vieron los españoles turba de mujeres que gozosas y picoteras se bañaban.
Varias muchachas que se bañaban con Echeloría huyeron con espanto de aquella zalagarda, y, saltando en tierra, alarmaron con sus gemidos y sollozos a la nodriza, que estaba en éxtasis y de nada se había percatado.
En algunos campos se bañaban los detenidos en grupo con una manguera, siempre encapuchados.
Me dijeron que sí, que a veinte cuadras de distancia había un gran jagüel, con piso de tosca, donde se bañaban de madrugada las chinas de Mariano y él mismo.

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