Ejemplos con bajad

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

o bajad aquí la luz -dijo Prudencia-.
salid, bajad, iré yo también-, dijo con viva resolución y mucha naturalidad.
Bajad a la huerta y yo entraré en ella.
Adentro pronto, bajad a la huerta, o aquí mismo.
—En verdad que os lo agradezco, mancebo, respondió el huésped, porque yo no puedo atender a esto, porque tengo otras muchas cosas a que acudir fuera de casa: bajad, daros he el libro, y mirad que estos mozos de mulas son el mismo diablo, y hacen trampantojos un celemin de cebada con ménos conciencia que si fuese de paja.
¡Oh pícaros de cocina, sucios, gordos y lucios: pobres fingidos, tullidos falsos, cicateruelos de Zocodover y de la plaza de Madrid, vistosos oracioneros, esportilleros de Sevilla, mandilejos de la hampa, con toda la caterva innumerable que se encierra debajo deste nombre pícaro! Bajad el toldo, amainad el brio, no os llameis pícaros si no habeis cursado dos cursos en la academia de la pesca de los atunes: allí, allí está en su centro el trabajo junto con la poltronería: allí está la suciedad limpia, la gordura rolliza, la hambre pronta, la hartura abundante, sin disfraz el vicio, el juego siempre, las pendencias por momentos, las muertes por puntos, las pullas a cada paso, los bailes como en bodas, las seguidillas como en estampa, los romances con estribos, la poesía sin acciones: aquí se canta, allí se reniega, acullá se riñe, acá se juega, y por todo se hurta: allí campea la libertad y luce el trabajo: allí van o envían muchos padres principales a buscar a sus hijos, y los hallan, y tanto sienten sacarlos de aquella vida, como si los llevaran a dar la muerte.
Se adelantó hacia ellos y les dijo: ¡Bajad de las mulas! Y los dos judíos se apearon, temblando, y el jefe de los guardias les cortó la cabeza, les cogió el dinero y montó en una mula, dándole la otra a Grano-de-Belleza, y ambos siguieron su camino hacia el mar.
Encumbrad vuestro pensamiento a las alturas, bajad con él a la lobreguez del abismo y dondequiera encontraréis a Dios llenando la inmensidad con su presencia.
-Planchet - dijo D'Artagnan a su criado, que pasaba en aquel momento la cabeza por la puerta entreabierta para tratar de sorprender algunas migajas de la conversación-, bajad a casa de mi casero, el señor Bonacieux, y decidle que nos envíe media docena de botellas de vino de Beaugency: es el que prefiero.
-Bajad Athos de vos desconfía menos que de mí, y ved si todavía está en la puerta.
-Pues bien, bajad a su cuarto para hacerle saber vuestra petición, siento mi cabeza pesada, voy a dar una vuelta por el jardín.
-¡Pues bien! milord, le contestó el joven con arrogante ironía, ¡si queréis vencer a mis rendidos, bajad!.
-Poned dos centinelas en la cámara, bajad vos mismo a colocarlos, con la orden de que si alguno de los hombres que están en ella abriera algún cajón o se moviera del lugar en que se sienta, lo aprisionen y conduzcan a la bodega.
-Bajad la voz, no nos oigan, y escuchadme, porque sería imprudente prolongar esta visita demasiado.
-¡Imprudencia joven!, le dijo, bajad de ese peligroso muro, y volved a entrar en el aposento: pongo al cielo por testigo que respetaré vuestro candor.
-Bajad a la cocina y decid que me traigan al instante el jarabe de violetas.
- No lloréis, señora, bajad la voz y enjugad las lágrimas, que yo os haré justicia.
-¡Bajad el gallardete hasta la mitad del mastelero! -gritó en seguida-.

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