Ejemplos con babas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Recopila cuentos como el Perseguidor - señalado como uno de los clásicos de Cortázar - o las Babas del Diablo - cuento con superposición de planos y realidades que es célebre también por ser la inspiración para el film blow-up de Antonioni.
Conversaciones con Rosendo, de Kike Turrón y Kike Babas.
De ellos se puede aprovechar la carne, con alto contenido en proteínas, los huevos, con los que se hace una especie de caviar blanco, y las babas, que son utilizadas en cosmética.
Ayer y hoy, se escucha decir, a la gente en las tiendas, 'Las jóvenes señoras mueren, las viejas babas nunca mueren '.
Hay proliferación del cocodrilos, babas, el caimán del Orinoco y varias especies de serpientes, encontrando cachamas, bagres y guabinas en los cuerpos de agua.
Es entonces cuando Dordonii recuerda su revocación como Espada tras el logro del Hougyoku pero las babas de Nel le inundan la cara, escandalizado se queja, pero Ichigo le dice que esas babas tienen propiedades curativas, finalmente habla en serio y admite su derrota, diciendo que no bajó la guardia, simplemente no vio venir el potente ataque de Ichigo.
También posee facultades curativas en sus babas, que puede expulsar masivamente si se masajea la campanilla.
No obstante a lo largo de su curso inicial da asiento a una importante variedad de fauna y flora, típica de los ríos de sabana, ya que forma pequeños bosques de galería, en los cuales abundan especies vegetales como el algarrobo, y sobre todo el Copaiba o Aceite, y otras variedades de árboles que dan asiento a colonias de aves: arrendajos, paraulatas, carpinteros, cristofués, patoguires, jacanas o gallitos laguneros, colomanes, alcaravanes, además de reptiles como la tortuga terecay, lagartos babas, y abundante colonias de anfibios, insectos, y peces laguneros.
Siguen consiguiendo grandes entrevistas para cada programa, entre los que se encuentran Kike Babas, los míticos Obús o los grandes del Rock en España en ese momento, los navarros Marea y Extremoduro.
La historia está basada en el relato de Julio Cortázar Las Babas del diablo, incluido en su obra Las armas secretas.
Beatas vejanconas no cesaban de llegarse a los mármoles del sepulcro para besuquearlos y llenarlos de babas.
-Madrid -dijo Serrano con humorismo catarral, echando luengas babas-, se constituirá en República de Capricornio, bajo la presidencia de mi coronado jefe D.
No estoy de humor, , esta tarde no quiero babas.
Por entre los dedos de la chica se escurrían aquellas babas gelatinosas y transparentes.
¡Persona decente tú! tú, que dejas un soldado pa tomar otro tú que tienes ya el corazón como la puerta de Alcalá, de tanta gente como ha entrado por él Ja, ja, ja Loba, más que loba, so asquerosa, judía, con más babas que un perro tiñoso cara de escupidera, zurrón, celemín de peinetas verás qué recorrido te doy así, así, y te arranco la nariz, y te escupo los ojos, y te saco todo el mondongo.
Todo se reduce a echar muchas babas, y luego ya viene el hombre con otras ideas y otra manera de ser.
No sé cómo puede usted comer esas babas crudasdijo Santa Cruz, no hallando mejor modo de trabar conversación.
El pobre viejo se puso a llorar, y dijo entre sollozos y babas que aquella resolución era muy grave y convenía meditarla.
Abrazándola y besuqueándola con zalameras babas y cariños extremosos, le dijo que ya podían las dos respirar tranquilas y perdonarse recíprocamente sus agravios, porque Dios les había deparado el alivio de tantas penas y el remedio de la gravísima escasez que padecían.
-Teresa, por los clavos de Cristo, déjate de babas, y dime.
El pobre viejo se puso a llorar, y dijo entre sollozos y babas que aquella resolución era muy grave y convenía meditarla.
Así observaba yo a doña Cándida, con interés de psicólogo, y antes de horrorizarme de sus ondulaciones, rejos, antenas, babas, elictros, zancas, me asombraba del infinito poder, de la inagotable fecundidad de la Naturaleza.
¡Ajo!, no eches más babas ni mojes el pañuelo.
Creí que aquello no tenía fin, pues terminada una ronda de besos que restallaban en las mejillas de María Ignacia, empezaba otra ronda, y entre tantas babas, pucheros y suspiros, se repetían sin cesar las recomendaciones de que escribiéramos, de que nos cuidáramos, de que nos guardásemos del relente al apuntar del alba, y los votos ardientes por nuestra felicidad.
La vida, ¡vaya!, era guapa cosa, los que son jóvenes, tan jóvenes, y sienten en las venas una sangre cálida y bullente, no se mueren así como así, ni se les pone la cara tan rara, ni sufren esa tos que parece que se están deshaciendo por dentro en babas y en porquerías.
No muy distantes, por el camino tortuoso, ve cruzar peregrinos que se dirigen a Jerusalén, mujiks que van a sembrar el trigo y el lino, monjes, cosacos, babas que llevan a hombros sus pequeñuelos.
Chocho con la dulce y sabrosa mujercita, repetía incesantemente, disolviendo en babas las frases:.
Bastián, en mangas de camisa, con la chaqueta enarbolada en un palo, el sombrero tirado hacia atrás, la bocaza abierta y las babas entre los dientes, iba delante de una de estas comparsas.
Comprendí lo que había pasado, su interlocutor de un rato antes, al cruzar por mi enramada había tropezado, se había caído y con la tranca no había podido levantarse, había posado su cara sobre la mía y me había bañado con sus babas y sus erupciones alcohólicas.

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