Ejemplos con aplacaba
Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.
Julio, que no se aplacaba con dones, aparecía tranquilo a fuerza de cansancio, y la fatiga de haber rugido furiosamente desplegaba su frente huraña y le hacía aparecer menos repulsivo.
Aún no se aplacaba la terrible indignación de la Iglesia, que con iracundo estilo pronunció este anatema al compás de los tijeretazos:.
Y en tanto, el profesor de Lucila, hombre agudo y un poco zahorí, aplacaba la curiosidad de su discípula y del buen Halconero, asegurándoles que la narración del atentado y los pormenores del castigo del infame cura se verían en las , felizmente ahora continuadas, del simpático Fajardo-Beramendi.
En otros órdenes se clareaba más la emancipación del caballero: pasaron los tiempos en que, si a la cita faltaba o se le iba el santo al cielo en la correspondencia, recibía sumiso las reprimendas de la dama, y con graciosa humildad aplacaba su enojo.
Mas Urdaneta, con el poder de su razonamiento, ya grave, ya jocoso, pero siempre sugestivo y cautivador, le aplacaba los fuegos, reteniéndole junto a sí.
Se echó en el sofá, cubriole su amiga la mitad del cuerpo con una manta, púsole almohadas para que recostase la cabeza, y a medida que esto hacía, le aplacaba la curiosidad contándole precipitadamente todo.
Casimiro no se aplacaba con esto.
Navarro les aplacaba y despedía uno por uno, logrando al cabo quedarse solo con la víctima.
La insolencia de los chicos no tenía ya límites, la tía Nicolasa no se aplacaba, ni aun viéndole abatido y humillado, y D.
Viendo que la furia de uno y otro se aplacaba poco a poco, los vecinos se fueron retirando.
La insolencia de los chicos no tenía ya límites, la tía Nicolasa no se aplacaba, ni aun viéndole abatido y humillado, y D.
Sentí que la comezón febril antes crecía que se me aplacaba, y volvíme a la calle, sin saber por qué ni para qué.
Había caído mansamente la tarde, y con la mudanza del cielo la señora aplacaba sus insoportables ardores, como fragua en que mueren durmiéndose las brasas.
De primera intención, Guerra le contestaba mandándola a paseo, pero la amonestación caía en su alma como un bálsamo y le aplacaba.
» Negaba Ladice, mas por eso no se aplacaba Amasis.
Y en tanto, el profesor de Lucila, hombre agudo y un poco zahorí, aplacaba la curiosidad de su discípula y del buen Halconero, asegurándoles que la narración del atentado y los pormenores del castigo del infame cura se verían en las Memorias, felizmente ahora continuadas, del simpático Fajardo-Beramendi.
Aún no se aplacaba la terrible indignación de la Iglesia, que con iracundo estilo pronunció este anatema al compás de los tijeretazos: Te arrojamos de la suerte del Señor, como hijo ingrato, y borramos de tu cabeza la corona, signo real del sacerdocio, a causa de la maldad de tu conducta.
Era, pues, para Platón una verdadera desgracia esta pasión de Dionisio, furioso de celos, como los amantes desatendidos, y que, como ellos, en breves instantes se irritaba, se aplacaba e interponía ruegos, deseando con ansia oír sus discursos y participar del estudio de la filosofía, pero avergonzándose de este deseo ante los que trataban de separarle de él, como si aquello fuera dejarse corromper.
