Ejemplos con amarilleando

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Cuando fuese casada cultivaría la tierra, como las otras: su blancura de flor se marchitaría, amarilleando, sus manos se tornarían negras y escamosas, acabaría siendo igual a su madre y a todas las payesas viejas, una hembra esqueleto, retorcida y nudosa, lo mismo que un tronco de olivo Febrer entristecíase con estos pensamientos como ante una gran injusticia.
Los árboles selectos, bien nutridos, tenían en su mayor parte tonos de felpa verde, intensos y aterciopelados, pero algunos amarilleando ya, se encendían al sol poniente como pirámides de filigrana de oro.
A veces se abría un respiradero, y al través de la reja de hierro filtrábase la luz del día, lívida y cadavérica, amarilleando la rojiza de las lámparas.
Luego se dilataban, amarilleando como en el desierto, las tostadas arenas de la Rambla de Aldáyar.
Uno de los viejos -aún robusto, fuerte y con señales visibles de guapo en otros días- procedía de América, y vencido en los disturbios de una de las jóvenes repúblicas, echado para siempre por el partido triunfante, iba amarilleando su malaventura, más que la de la afección al hígado, diagnosticada por el médico, y al otro, veterano de las guerras civiles y de otras guerras coloniales, donde realizó heroicidades y prodigó su sangre con incomparable gallardía, dijérase que un duende maléfico le estorbaba siempre recoger el lauro y la recompensa, y se atravesaba entre la fortuna y él.

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