Ejemplos con amargas

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

También destacó en el ámbito de la adaptación de obras teatrales como Las amargas lágrimas de Petra Von Kant o Trato carnal.
Altamente tóxico, el KCN tiene un olor como el de las almendras amargas, pero no todos pueden oler porque la capacidad de la misma se debe a un rasgo genético.
Momordica charantia, conocida popularmente como melón amargo o cundeamor chino es una especie tropical o subtropical perteneciente a la familia Cucurbitaceae, ampliamente distribuida por su comestible fruta, que cuenta con ser una de las plantas más amargas de todas las hortalizas.
Se suceden las escenas, los retratos y las amargas reflexiones del narrador, que es el alter ego de Galdós.
Están las aceitunas verdes, las amargas, y las negras.
Este sueño la llevará a entrar en Estados Unidos ilegalmente y vivir experiencias muy amargas.
- Cuando estuvo el silencio bordea la narración experimental y, en un todo exquisitamente elaborado, trasmuta las emociones- aun las más amargas en un bello conjuro.
El vínculo matrimonial se disuelve lentamente en un círculo vicioso de argumentos, amargas riñas y celos.
-Las Aguas amargas de la mujer: la ordalía de los celos en el rabinismo.
Y ella que, cuando amenaza con lo innoble del rasero nivelador, justifica las protestas airadas y las amargas melancolías de los que creyeron sacrificados por su triunfo toda distinción intelectual, todo ensueño de arte, toda delicadeza de la vida, tendrá, aún más que las viejas aristocracias, inviolables seguros para el cultivo de las flores del alma que se marchitan y perecen en el ambiente de la vulgaridad y entre las impiedades del tumulto.
Deliraba con el delirio de los náufragos atenaceados por el recuerdo del agua en medio de las olas amargas.
Tus ojos, esos hermosos y brillantes ojos, húmedos por las amargas lágrimas de la orfandad, me dicen que me amas.
¡Y, sin embargo, ella tiene quince años y encierra más amor en su alma que olas amargas el Océano!.
Por fin, Santa Cruz, tratando de rehacer su destrozado amor propio, negó unas cosas, y otras, las más amargas, las endulzó y confitó admirablemente, para que pasaran, terminando por afirmar que el chico era suyo y muy suyo, y que por tal lo reconocía y aceptaba, con propósitos de quererle como si le hubiera tenido de su adorada y legítima esposa.
Estas amargas nuevas llegaron a los oidos de los padres de Leocadia, que para mas gustosa ocasion los tenia Doña Estefanía escondidos.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba