Ejemplos con alocado

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Al principio, Kazuma es mostrado como un alocado Alter que hará todo por el dinero.
Sheen suele tener un comportamiento un tanto alocado y excéntrico.
Sus personajes principales tienden a ser parias sociales, y son usualmente tímidos, con una complexión pálida y alocado cabello negro, similar al suyo.
Para darle su aspecto alocado al garabato, los dibujos fueron hechos en papel de arroz.
Saltaba más que cualquier otro, corría más que ninguno, suplía las deficiencias de sus compañeros y hasta corregía los errores de el alocado René Higuita.
Bingo: Es el sobrino de Basil, un chico alocado pero siempre con un gran sentido del humor.
Basil Brush: Es un zorro muy alocado, mejor conocido como un personaje de la televisión británica.
Esta interrupción en su alocado ritmo de vida le permitió abandonar la carretera durante un par de meses y cuidar de su salud, pero las cosas pronto volverían a la normalidad.
Pero por su condición de hidalgo, el personajes tenía sus buenas influencias, el célebre cronista Gonzalo Fernández de Oviedo actuó de procurador y defensor del alocado gobernador interino, que solamente sufriría destierro de la isla de Margarita y corto periodo de prisión en la isla de Cubagua.
Este rapero sevilla está caracterizado por tener un estilo enfermo y alocado.
En la vicaría viven también la madre y la hermana del vicario, dos mujeres amargadas y ruines que se dedican a tratar de ahogar cualquier brote de vida o espontaneidad en las dos jóvenes, convencidas de que cualquier cosa que las aparte de la apariencia modosa y recatada que ellas les imponen será un brote del temperamento frívolo y alocado de su madre y puede conducirlas a la tragedia.
Con sus dos cabezas, es el personaje mas extrovertido y alocado de la saga, que lleva a sus compañeros por aventuras y lugares absurdos.
La canción compuesta por Madonna y Stephen Bray es la que mejor define el carácter del personaje Nikki Fin, alocado y desenfadado, que utiliza todo lo que hay a su alrededor para conseguir lo que quiere.
Cuando Sara lleva a Beethoven a pasar las vacaciones de verano con el alocado Tío Freddie en un viejo pueblo minero, el travieso canino desentierra la pista perdida de una legendaria fortuna escondida.
El alocado don Pedrito tiene por delante un hermoso porvenir.
-Me refiero yo, señor Liviano -indicó don Antonio con un dejo de socarronería-, que usted, hombre un tanto alocado y de imaginación que tira siempre a los desvaríos, querrá irse con los suyos, que a estas horas andarán por los vericuetos de Somorrostro.
El fresco de la calle no despejó mi alocado entendimiento.
Con tal ardid logró un efecto de propaganda previsora, muy eficaz en la ocasión crítica de aquella traída de un rey para fundar dinastía en país turbulento y alocado.
La Virgen del Carmen disfrazada de Clío había venido a verla, penetraba en su camarín, y bondadosa le decía: Ahí tienes, niña del alma, la solución que me pediste, te doy la fórmula para escribir a ese alocado Vicentito.
Allí tenemos don Juan y yo un espacioso y solitario ejido donde plantear el juicio de Dios, si ese andaluz alocado se negase a la reparación que le pido.
Como decía, vino Ramón contigo, te tomó billete para Miranda, y me encargó que cuidase de ti porque eras algo alocado y no sabías andar en trenes.
Por fin cuando le tuvo medio alocado, medio entontecido, fingió rendirse y consintió en ser su esposa.
Era alocado, indisciplinado y, para ser sincero, no se le podían confiar sumas importantes de dinero.
-El jardín del rey no es el mundo, joven alocado -dijo una gruesa candela romana-.
Como decía, vino Ramón contigo, te tomó billete para Miranda, y me encargó que cuidase de ti porque eras algo alocado y no sabías andar en trenes».
¡Pero he aquí que de nuevo soy dueño de lo mío, y a mi vez quemo el corazón a ese ladrón y hago que sus ojos lloren por haberte perdido! Reanima, pues, tu alma y seca y refresca tus ojos, porque seré para ti yo más provechoso que ese joven alocado.
Cleomedes era un hombre de una corpulencia y una fuerza extraordinarias, pero como fanático y alocado: así hacía mil violencias, y últimamente en una escuela de niños, dando una puñada en la columna que sostenía la obra, la partió por medio, y echó abajo el tejado: perecieron, pues, los niños, y persiguiéndosele en juicio, dícese que se encerró en un arcón grande, llevándose tras sí la tapa, de la que tiraba por adentro, y aunque se juntaron muchos a hacer fuerza para abrirla, no les fue posible, y recurriendo al medio de hacer pedazos el arcón, no le hallaron ni vivo ni muerto, espantados de lo cual enviaron adivinos a Delfos, y la Pitia les dio por respuesta: Sabed que de los héroes el postrero es el Astupaleo Cleomedes.
Volvamos a los sacerdotes, que apenas acabaron de presentar a Cambises su dios Apis, cuando aquel monarca, según era de alocado y furioso, saca su daga, y queriendo dar al Apis en medio del vientre, hiérele con ella en uno de los muslos, y soltando la carcajada, vuelto a los sacerdotes: —«Bravos embusteros sois todos, les dice: reniego de vosotros y de vuestros dioses igualmente.
Le lanzaba a la fuga un poco de cartón forrado de raso, en cuya superficie se dibujaba, irónica, una mueca de frivolidad y de alocado placer.

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