Ejemplos con afectos

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

De la zona profunda, negra y dormida de la memoria, laguna Estigia de nuestra alma, en donde se han ido sumiendo los afectos y las imágenes de antaño, se levantan, de raro en raro, inesperadamente, viejas voces y viejos rostros familiares, a manera de espectros sin corporeidad.
¡Y de autor capaz de tal grandeza en los afectos, han osado decir algunos que no sabe herir las fibras del alma!.
No le prohibía que me amase, pues Dios no pide de sus flacas criaturas lo imposible, e imposible es desarraigar los afectos profundos por un mero movimiento de la voluntad, pero le vedaba declararse paladinamente, pues Dios exige que nos sobrepongamos a la flaqueza y a la pasión, y esto sí le es posible a la voluntad.
Los himnos más primitivos y arcaicos eran los que con más dulce violencia me movían los afectos.
En la Iglesia, el espíritu de disciplina se engendra en el ámbito de los afectos generosos, es la voluntad de sacrificio.
Gabriel había adquirido en el Seminario esa dureza eclesiástica que hace del sacerdote un guerrero, más atento a los intereses de la Iglesia que a los afectos de la familia.
Con sujetos de letras y doctrina, o que por gracia, por entusiasmo, por hondo sentir poético y por elevación de miras y de ideas, le infundían confianza y le inspiraban simpatías, su discurso le arrebataba fácil e insensiblemente a las más altas regiones, pero con ciertas gentes medianas, que presumen de cultas, el Padre Enrique se recogía por instinto, sentía su carencia de poder y de influjo, y ni era sencillo, ni era elevado, ni conmovía por la candorosa expresión de los afectos, ni alzaba en pos de sí las inteligencias, tendiendo el vuelo de águila la suya.
¿Estás seguro de que el amor que me tienes no es una impresión fugitiva? ¿Verdad que no? Empiezas a vivir, eres un niño, y no sabes que los afectos son efímeros.
¡Ah, si ella tuviera una persona que se interesase por su suerte y la de la casa, qué gran favor le haría encargándose de sermonear a aquel hombre que, a pesar de sus bigotazos y sus palabras campanudas, se dejaba engañar como un niño! ¡Qué obra tan caritativa lograr que aquel hombre alejado de los afectos de la familia volviese a ser buen padre y buen marido!.
A Juanito le molestaba este lenguaje rudo que hería tan en lo vivo a su madre, a su ídolo, pero al tío le había profesado siempre tanto cariño como respeto, y fluctuando su carácter entre los dos afectos, limitábase a callar.
En esta reunión estaban todos los afectos y alegrías de don Eugenio.
¡Ay, hija, qué malo es estar loco! Cuánto mejor es estar cuerdo, aunque uno, al recobrar el juicio, se encuentre apagado el hornillo de los afectos, toda la vida del corazón muerta, y limitado a hacer una vida de lógica, fría y algo triste.
Los afectos que se desbordaban del corazón de la Delfina eran combinación armoniosa de alegría y de pena, por las circunstancias en que aquella tierna criatura había ido a sus manos.
Nicolás no le dejaba meter baza, pero el otro se las tenía tiesas ¡Terrible duelo entre el sermón y el lenguaje sincero de los afectos! Ponía singular atención doña Lupe a la voz del sietemesino, y se hubiera alegrado de oír algo estupendo, categórico y que se saliera de lo común, pero no podía distinguir bien los conceptos, porque la voz de Maxi era muy apagada y parecía salir de la cavidad de una botella.

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba