Ejemplos con acusándole

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Se abrió un proceso acusándole de perturbador del orden público y de complicidad en el atentado.
Al analizar las muestras recogidas, encuentran la pestaña de Vincent, quedando así identificada la presencia de un no válido en la escena del crimen, y acusándole como principal sospechoso del asesinato.
El casamiento con Vicenta sería el inicio de todos sus problemas ya que el Teniente Alcalde de la zona conocido como Don Francisco- también estaba enamorado de ella y empezó a perseguirlo acusándole de hechos injustificables.
Sin embargo, tras únicamente cuatro títulos con Selznick, la relación personal y económica se agrió y Kimball Young buscó desligarse de los acuerdos firmados con Selznick, acusándole de fraude en sus beneficios y de haberse nombrado presidente de la compañía, sin poder ella tomar decisiones en la misma.
La declaración criticaba también a la administración de Berkeley, acusándole de recaudar impuestos injustificados, de nepotismo y de fracasar en la protección de los granjeros ante los ataques indios.
El director de la prisión trató de incriminar a English acusándole de introducir algo ajeno en la prisión, pero las autoridades evitaron tomar medida alguna por ello.
Se caracteriza por su parecido al conde Drácula, solo que en vez de imprimir su mordisco en el cuello de sus víctimas lo hace dando palmadas en las nalgas de los pequeños acusándole de habersen portado mal, ya sea por sus travesuras, por no comer verduras o simplemente entregar un libro tarde en la biblioteca.
Este pacto es muy posteriormente mencionado por ETA en una carta al PNV, en el que ETA muestra su desacuerdo con dicha contrapropuesta realizada por el PNV, acusándole de haber mostrado más interés por la paz que por la soberanía, al tiempo que califican el acuerdo como apropiado e importante por ser un paso en búsqueda de la soberanía de Euskal Herria.
Tanto la Cámara de los Comunes como la de los Lores estaban estudiando en esos momentos resoluciones acusándole de abuso de poder, pero todas fueron derrotadas por amplia mayoría.
A la protesta que formuló el Regente a bordo del contestaron el mismo Serrano, López y Caballero con otra soflama, repitiendo lo de la execración universal, acusándole de haber saqueado las arcas públicas, y quitándole, por fin, todos sus empleos, títulos, grados y cruces.
No fue lo peor la dilación ni el embrollo, sino que unos amigos oficiosos de Cerezuelo, administradores a quienes Muriel había substituido, se dieron tal arte, que hicieron aparecer a éste como falsificador de un documento, acusándole además de haber desfigurado otro en extremo favorable a los derechos de su protector.
complacía en escuchar sus apasionados versos, reconvenía ahora a Jimeno, acusándole de ingrato y.
Llegó está formidable carta a Ujígar al mismo tiempo que la noticia de la muerte del tío Juan Gómez, todo lo cual afectó por tal extremo al viejo abogado, que no volvió a echar más luz, y murió de allí a poco, no sin escribir a última hora una terrible epístola, llena de insultos y maldiciones, a su sobrino el maestro de la capilla de la Catedral de Ceuta, acusándole de haberle engañado y robado y de ser causa de su muerte.
Si muere el infeliz traspasado con ellas, ¡albricias! porque les parece que tienen aquel dios de su parte, pero si no muere el enviado sobre las picas, se vuelven contra él diciéndole que es un hombre malo o ruin, y acusándole así, envían otro, a quien antes de morir dan sus encargos.
Vuelto allí de su expedición, citáronle sus enemigos a comparecer delante de los Eforos, acusándole de soborno por no haber tomado la ciudad de Argos, pudiendo con toda seguridad hacerlo, a quienes respondió así Cleomenes, no sé si mintiendo o si diciendo verdad: que una vez apoderado del templo de Argos, habíale parecido quedar ya verificado el oráculo de Apolo, y que por tanto había juzgado no deber hacer la tentativa de rendir la misma ciudad de Argos, hasta que de nuevo hiciera la prueba si el dios permitiría que la tomase, o si antes bien se opondría a ello, que como a este fin sacrificase en el Hereo con agüeros propicios, vio que del pecho del ídolo de Juno salía una llama, prodigio que le hizo pensar no estaba reservada para él la toma de la plaza de Argos, porque si la llama de fuego, en vez de salir del pecho de la estatua, le hubiera salido de la cabeza, hubiera creído en tal caso poder rendir a fuerza la ciudad, pero saliendo del pecho, entendió que estaba ya hecho allí cuanto Dios quería que se hiciera.
Era entonces general de los atenienses este mismo Milcíades llegado del Quersoneso y dos veces librado de la muerte, pues una vez los fenicios le dieron caza hasta Imbro, muy deseosos de haberle a las manos y poderle llevar prisionero a la corte del rey, y otra vez, escapado de ellas y llegado ya a su casa, cuando se tenía por salvo y seguro, tomándole sus émulos por su cuenta, le llamaron a juicio acusándole de haberse alzado con la tiranía o dominio del Quersoneso.
“Porque después del destierro de Temístocles- dice-, estando el pueblo lleno de orgullo, se levantó un tropel de calumniadores que, persiguiendo a los hombres de más probidad y poder, los expusieron a la envidia y encono de la muchedumbre, a la que habían engreído, como se deja dicho, los buenos sucesos y la extensión de su imperio, y que entre éstos hicieron condenar a Aristides por soborno, acusándole Dioranto, de la tribu Anfítrope, de haber recibido presentes de los Jonios cuando tuvo el encargo de repartir las contribuciones, y como no tuviese con qué pagar la multa, que era de cincuenta minas, se retiró por mar a la Jonia, y allí murió”.
Por esta causa, como Cimón, a su vuelta, se hubiese indignado porque habían oscurecido la majestad del Consejo y hubiese intentado volver a llevar a él los juicios y restablecer la aristocracia de Clístenes, se juntaron muchos a gritar y a irritar al pueblo, recordándole lo de la hermana y acusándole de laconismo, acerca de lo cual son bien conocidos aquellos versos de Éupolis contra Cimón: No era hombre malo, un poco dado al vino, descuidado, y que a veces en Esparta noche solía hacer, aquí dejando sola y sin compañía a su Elpinice.
Yendo, pues, largo el sitio, y recibiéndose noticias de que el ejército padecía de una escasez suma, se mostraban muy enconados contra Cleón, el cual se volvía contra Nicias, echándole la culpa y acusándole de que por sus temores y su flojedad dejaba allí aquellos hombres, cuya rendición no habría costado tanto tiempo a haber él tenido el mando.
A Pompeyo, de suyo bastante cuidadoso, cada uno le molestaba por su parte, acusándole unos de que por haber fomentado a César contra sí mismo y contra la república llevaba ahora su merecido, y otros, de que cuando éste condescendía y se prestaba a condiciones equitativas, había permitido a Léntulo que lo maltratase.
Al punto, pues, el orador Hagnónides se desencadenó contra Foción, acusándole de traidor, de lo que temerosos Calimedonte y Pericles, salieron de la ciudad, pero Foción y los amigos que permanecieron a su lado se acogieron a Polisperconte, saliendo con ellos, por consideración a Foción, Solón de Platea y Dinarco de Corinto, que pasaban por apasionados y amigos de Polisperconte, mas a causa de haber caído enfermo Dinarco se detuvieron en Elatea por bastantes días.
como la noticia de que los mismos Templarios trataban de proceder contra él, acusándole de.
Y en aquel ambiente de poesía popular, unos policías zafios y vulgares detuvieron a Cipriano, acusándole de no sé qué desaguisado.
Desesperado ante la ineficacia del tratamiento, Ángel la emprendió con Miquis, llamándole inepto, y acusándole de no haber entendido la dolencia.
Sorprendido y alarmado, replicó Guerra que no recordaba semejante petición, a lo que añadió Braulio algunas palabras acusándole de falta de memoria.
No fue lo peor la dilación ni el embrollo, sino que unos amigos oficiosos de Cerezuelo, administradores a quienes Muriel había substituido, se dieron tal arte, que hicieron aparecer a éste como falsificador de un documento, acusándole además de haber desfigurado otro en extremo favorable a los derechos de su protector.
De los reyes, Agis se refugió al Calcieco, y Cleómbroto se acogió al templo de Neptuno, y desde allí interponía ruegos, porque parecía que con éste era con quien estaba peor Leónidas, así es que, dejando en paz por entonces a Agis, subió contra Cleómbroto con una partida de soldados, acusándole con enojo sobre que, siendo su yerno, se había vuelto contra él, le había arrebatado el reino y lo había arrojado de la patria.
Citábanle, pues, para ante el pueblo los tribunos de la plebe, haciéndole reconvenciones y acusándole, pero habiendo pedido que se le oyese, dijo: “Que habiendo tratado siempre a los reos con toda la equidad y humanidad que las leyes permitían, le había parecido muy duro no tratar del mismo modo a Manilio, y no quedándole ya más que un solo día de pretor, aquel era el que de intento le había dado por término, porque remitir el juicio a otro magistrado entendía que no era de quien deseaba favorecer.
Mas tomando para las cosas de gobierno la ocasión más bella que podía ofrecerse, como era la de defender la causa de los griegos contra Filipo, y contendiendo en ella dignamente, al punto adquirió fama, y se hizo espectable por sus oraciones y su noble libertad, hasta el punto de ser admirado en la Grecia, obsequiado por el gran rey y tenido en consideración por Filipo sobre todos los demás que hablaban al pueblo, reconociendo hasta sus contrarios que tenían que lidiar con un hombre de grande opinión, como acusándole lo expresaron Esquines e Hiperides.
Congregóse con este motivo el Senado, y acusándole Clodio, dijo Cicerón que, habiendo sido ilegítimo el nombramiento de Clodio para el tribunado, debía anularse e invalidarse todo cuanto por él se había hecho y propuesto, mas opúsose Catón, quien, por fin, levantándose, manifestó que ciertamente no tenía por saludable y útil ninguna de las providencias dictadas por Clodio, pero si hubiera quien anulase todo lo que hizo siendo tribuno, vendría a anularse también su administración en Chipre, y no habría sido legítima su misión, como decretada por un magistrado ilegítimo, fuera de que la elección de Clodio no había sido contra ley, pues que, permitiéndolo ésta, había pasado del estado de los patricios a una familia plebeya, y si fue un mal magistrado como otros, lo que había que hacer era obligarle a dar razón de sus injusticias, y no anular la autoridad, que en nada había faltado.

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