Ejemplos con acabara

Muchas veces la mejor manera de entender el significado de una palabra, es leer textos donde aparece dicha palabra. Por ese motivo te ofrecemos innumerables ejemplos extraidos de textos españoles seleccionados.

Teodosio, arrepentido, va de peregrino a Roma y el Papa le dicta como penitencia a vagar por las tierras de Aralar con unas pesadas cadenas atadas a la cintura, hasta que el desgaste acabara por desprender a Teodosio de las cadenas.
El Presidente saliente, Buchanan, quería a toda costa impedir que se derramara una sola gota de sangre antes de que se acabara su mandato y se niega a enviar refuerzos.
Su muerte no impidió que la furia de los ciudadanos de Cartago acabara colgando su cadáver de una horca.
Se explica que un día ordeñando a un gamo, al frotarse las manos llenas de leche sobre su vestido de nieve la convirtió en queso que ofreció a un mortal advirtiéndole que, mientras no se lo acabara todo, el queso volvería a crecer y los humanos podrían alimentarse toda la vida sin matar animales.
Su fundación coincidió con un periodo de malos resultados en el tradicional equipo de fútbol de Llodio, la Sociedad Deportiva Llodio, lo que contribuyó a que el nuevo club acabara disputando en poco más de una década la supremacía del fútbol llodiano a la SD Llodio.
Luego de esto reinó en el salón un largo silencio, uno de esos silencios trágicos y absolutos que siguen a las grandes catástrofes, lo mismo que si la casa acabara de venirse abajo, extinguiéndose el eco del último muro derrumbado.
Tal vez volviese a Mallorca, para llevar una vida de mendigo respetable al lado de los amigos que aún se acordaban de él, tal vez pasase a la Península y fuese a Madrid en busca de un empleo, tal vez acabara embarcándose para América.
Si no fuera por tidijo él, como un niño mimoso, no se me importaría que la vida se me acabara El mundo no vale nada sino por el amor.
Seguíales sin perderles de vista, a bastante distancia Me duelen las contusiones que recibí aquella noche, como si las acabara de recibir Perdulario, cobarde, que te ensañas con los débiles de cuerpo, con los enfermos que no se pueden tener A ti se te contesta con una bala ¡plaf! Y se te deja seco Y yo me quedaría tan fresco si te pudiera dar lo que mereces pero tan fresco y tan satisfecho como se queda todo el que ha hecho un bien muy grande, pero muy grande.
Señor, ¡qué tonto hubiera andado yo si hubiera escogido en albricias los despojos de la primera aventura que vuestra merced acabara, antes que las crías de las tres yeguas! En efecto, en efecto, más vale pájaro en mano que buitre volando.
Por cierto, señores, que ésta ha sido una gran rapacería, y para contar esta necedad y atrevimiento no eran menester tantas largas, ni tantas lágrimas y suspiros, que con decir: Somos fulano y fulana, que nos salimos a espaciar de casa de nuestros padres con esta invención, sólo por curiosidad, sin otro designio alguno, se acabara el cuento, y no gemidicos, y lloramicos, y darle.
Y había dado tantas cuchilladas en los cueros, creyendo que las daba en el gigante, que todo el aposento estaba lleno de vino, lo cual visto por el ventero, tomó tanto enojo que arremetió con don Quijote, y a puño cerrado le comenzó a dar tantos golpes que si Cardenio y el cura no se le quitaran, él acabara la guerra del gigante, y, con todo aquello, no despertaba el pobre caballero, hasta que el barbero trujo un gran caldero de agua fría del pozo y se le echó por todo el cuerpo de golpe, con lo cual despertó don Quijote, mas no con tanto acuerdo que echase de ver de la manera que estaba.

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