Definición de plegaría

Existen varios significados para la palabra Plegaría los podrás ver todos a continuación.

Acepciones de Plegaría como conjugación de plegar

Categoría gramatical: verbo transitivo, verbo pronominal, 1ª persona singular del condicional de plegar, verbo transitivo, verbo pronominal, 3ª persona singular del condicional de plegar
Categorías gramaticales y tiempos verbales de plegaría explicados

  1. Doblar los pliegos de un libro que será encuadernado.
  2. Realizar pliegues.
  3. Doblar un material delgado (tal como papel) de manera que entre en contacto con él mismo.
  4. Hacer pliegues en una cosa. doblarse, ceder, someterse. doblar una cosa flexible juntando una de sus partes con otra u otras

Ejemplos con la palabra Plegaría

Y en uno de sus rituales hace el Maestro Huiracocha esta otra plegaría:.
Era aquella la plegaría del mártir que, aun enmedio del suplicio, ruega a Dios por sus verdugos.
Cuando Fátima creyó que había llegado el tiempo de dar cumplimiento a sus planes, preparó a su hija con las instrucciones necesarias para apoderarse del tesoro, de que no había cesado de hablarle desde su niñez. Llegó el invierno, la gente de la casa se mudó al piso principal, según se acostumbra en Sevilla, y Fátima pidió el permiso de habitar los cuartos bajos en compañía de su hija. A mediados de diciembre, cuando las lluvias continuas anunciaban una próxima crecida del Guadalquivir y no había alma viviente que pusiese los pies en la calle después de oraciones, Fátima hizo los preparativos que debían ayudarla en la empresa que había meditado. Hízose de una cuerda y de un canasto, y, cerca de las doce de la noche señalada para llevar adelante la hechicería, se dirigió a tientas hacia el zaguán, llevando por la mano a Zuleima, que temblaba como la hoja en el árbol. Dan las doce en el reloj de la catedral, cuyo sonido, en las calladas horas de la noche, retumbaba en todos los ámbitos de la ciudad. Dos minutos después se oyeron los melancólicos golpeos de la plegaría, y, cuando éstos cesaron, quedó todo en el más profundo silencio, que, de cuando en cuando, interrumpían los aguaceros y las ráfagas. Fátima, desasiéndose de las frías manos de Zuleima, hirió un pedernal, encendió un cabo de vela verde, de una pulgada de largo, y lo colocó en una linterna. Apenas dieron los primeros rayos de luz en el pavimento, cuando se abrió éste, cerca de donde estaban la madre y la hija. «Zuleima, única prenda de mi vida, dijo Fátima, si tuvieras bastante fuerza para sostenerme, no te daría yo el trabajo de entrar en la bóveda. Pero no temas. Nada hay en ella sino oro y alhajas. Aunque hay una escalera por la que puedes bajar hasta el fondo, es demasiado perpendicular, y será más conveniente que yo te sostenga con la cuerda». «Madre mía, respondió temblando la muchacha, la sangre se me hiela en las venas al ver esa espantosa bóveda, mas no importa, os he dado palabra de ayudaros y la cumpliré. Atadme bien el puño. Cuidado, que vais a sostener todo el peso de mi cuerpo. ¡Piadoso Alá! ¡Mis pies resbalan! ¡Madre mía! ¡Madre mía! ¡No me dejéis a oscuras!»
Ver ejemplos de oraciones con la palabra plegaría

Errores ortográficos comunes para plegaría


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