Definición de pesebrera

Acepciones de Pesebrera

Categoría gramatical: sustantivo femenino
Categorías gramaticales de pesebrera explicadas

  1. En arquitectura. la disposicion ú orden de pesebres en una caballeriza.
  2. Conjunto y disposición de los pesebres en una caballeriza..

Ejemplos con la palabra Pesebrera

Sin embargo, a estar dotado de reflexión, habríale asombrado el encontrarse corriendo a esa hora, él, habituado a reposar hasta el mediar de la noche en una fresca pesebrera, cercada de rosales, tapizada de sabrosa yerba, y acariciado por una blanca manita, en cuya palma comía bizcochos exquisitos.
Estaba Barsut sentado bajo el triángulo de la pesebrera metálica, entre los muros de madera de un box, y al verlo a Erdosain arrugando la frente, detuvo por un segundo la aceitera con que regaba un trozo de carne rodeada de patatas, luego, sin decir palabra que revelara su sorpresa, se engolfó nuevamente en su nutricio trabajo.
-Aquellas celdas en fila, con los números sobre la puerta, aquella uniformidad de camas, de colchas, de sillas y jergones, aquel hormigueo de gentes en los interminables corredores, gentes de todas edades, procedencias y cataduras, gentes que no se conocen ni se hablan, aquellos camareros brutales, impasibles, con el eterno mandil ceñido y el sucio lienzo en la mano, como verdasca de loquero o toalla de practicante, aquel gemir en un cuarto, reír en el otro y cantar en el de más allá, o hablar aquí en francés, en griego allí, y en un rincón de negocios, en otro de literatura, y de amor en el más oscuro, aquella campana que recorre patios y pasadizos, llamando a comer cosas que el huésped no ha pedido y no sabe si le gustarán, en una mesa muy larga y entre gentes que se enfilan en ella como mulos en pesebrera, y como éstos, sin chistar ni sonreír, engullen, el rechinar de las cerraduras por la noche al meterse cada cual en su madriguera, el ruido acompasado del huésped que se va, o del que llega a las dos de la mañana, como el ruido de los pasos del centinela en el patio de un presidio, o de los hombres que sacan un cadáver de la cama de un hospital para llevarle al cementerio, y, por último, el marcharse uno sin despedirse, como entró sin saludar, porque el amo es allí una entidad, como el Municipio o el Estado en los hospitales, en los manicomios y en las cárceles, detalles son, con otros muchos más, en concepto de Gedeón, tan aplicables a la fisonomía de una fonda como a las de esos lugares aborrecibles y aborrecidos.
Pero estos inconvenientes, a pesar de justificarlos la costumbre, no podían menos de obrar de una manera desagradable en el ánimo de los hombres llamados a fomentarla y a perfeccionarla en lo posible. Así fue que un día, dándose a pensar muy seriamente sobre el asunto, concluyeron con este fundadísimo razonamiento: «Toda vez que no formamos ya parte de las masas, y somos independientes, y nada tenemos que ver con las fiestas de la muchedumbre, ¿por qué hemos de dar nuestros bailes precisamente en días de romería? Y si, prescindiendo, como debemos prescindir, de esta causa, elegimos los que más nos acomoden del verano para bailar, ¿por qué no hemos de hacerlo a la puerta de casa y con toda tranquilidad?»-Y aquellos infatigables reformadores columbraron al punto, en el barrio de Santa Lucía, la huerta de Noriega, en la cual huerta había un juego de bolos, y el cual juego de bolos estaba rodeado de un cobertizo de tablas, a modo de pesebrera, y exclamaron: -''Voi-ci notr'affaire'', es decir, aquí está lo que necesitamos: amparo contra el relente y la lluvia, proximidad al hogar de cada uno, e independencia absoluta. Para corresponder a este esfuerzo, los demás socios se comprometieron a serio, por lo menos, de cuatro bailes en cada temporada, lográndose de este modo que en la primera se diesen seis, de los cuales el menos favorecido se acabó a las once, porque había empezado a las ocho, por aquello de que estaba a la puerta de casa. Cubrióse, para alguno de ellos, el salón-bolera con un pabellón o bóveda de rústicas guirnaldas, y con esta mejora y otras análogas, pasó la cuota individual por encima de cinco pesetas.
Ver ejemplos de oraciones con la palabra pesebrera

Errores ortográficos comunes para pesebrera

Palabras que derivan de pesebrera


Pesebreras

Palabras que derivan de pesebrera

Palabras más comunes que riman con pesebrera


Era, Era, Era, Era, Era, Primera, Manera, Fuera, Fuera, Fuera, Fuera, Fuera, Hubiera, Hubiera, Siquiera, Espera, Espera, Espera, Carrera, Considera, Considera, Tercera, Cualquiera, Pudiera, Pudiera, Madera, Verdadera, Carretera, Frontera, Quisiera, Quisiera, Quiera, Quiera, Estuviera, Estuviera, Tuviera, Tuviera, Primavera, Primavera, Afuera, Afuera, Financiera, Bandera, Bandera, Hiciera, Hiciera, Escalera, Entera, Entera, Entera, Rivera, Genera, Genera, Cartera, Herrera, Herrera, Extranjera, Vera, Barrera, Esfera, Diera, Diera, Opera, Opera, Mera, Mera, Mera, Supera, Supera, Ligera, Compañera, Obrera, Cabrera, Cabrera, Viera, Viera, Enfermera, Cabecera, Dijera, Dijera, Debiera, Debiera, Caldera, Severa, Acera, Acera, Acera, Supiera, Supiera, Pareciera, Pareciera, Ribera, Recupera, Recupera, Petrolera, Cordillera, Volviera, Volviera, Cera, Pusiera,

Palabras que riman con pesebrera


© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba