Definición de linotipista

Acepciones de Linotipista

Categoría gramatical: sustantivo masculino, sustantivo femenino
Categorías gramaticales de linotipista explicadas

  1. Especialista en el manejo de una linotipia.
  2. Persona que maneja la linotipia en una imprenta..

Ejemplos con la palabra Linotipista

El crítico Fernando Galván, en este sentido, recuerda que aunque hoy nos parezca absurdo, las leyes de la época hacían responsable al linotipista de todo lo que se imprimiera, por lo que estos operarios ejercían de hecho una censura sobre expresiones y contenidos que estimaran ofensivos y susceptibles, por consiguiente, de ser perseguidos por la justicia.
–Cuando me acuerdo –agrega– no sé cómo pudo Palomino resistir tanto. Porque aquello era un tormento indescriptible. No sé por qué conducto fue noticiado de que se le tramaba un envenenamiento dentro de la prisión, desde mucho tiempo antes de ser alojado en ella. La familia del hombre que él mató, le perseguía de esta manera hasta más allá de su desgracia. No se contentaba con verle condenado a quince años de penitenciaría y arrastrar a su familia a una ruina clamorosa: llevaba su sed de venganza aun más abajo. Y ahora se embreñaba en recova por tras de los quicios de los sótanos y entre espora y espora de los líquenes que crecen entre los dedos carceleros, tanteando el resorte más secreto de la prisión, ahora se movía aquí, con más libertad que antes a la luz del sol para la injusta sentencia, e hincaba las pestañas de infame emboscada en la atmósfera que había de venir a respirar el condenado. Noticiado éste de ello, sufrió, como usted comprenderá, terrible sorpresa, lo supo, y nada pudo desde entonces ya desvanecérselo. Un hombre de bien, como él, temía una muerte así, no por él, claro, sino por ella y por ellos, la inocente prole atravesada de estigma y orfandad. De allí la zozobra de minuto en minuto y el sobresalto a cada trance de su vida cotidiana. Diez años había pasado así, cuando le ví por primera vez. Despertaba en el ánimo ese atormentado, no ya lástima y compasión, sino un religioso y casi beatífico transporte inexplicable. No daba piedad. Llenaba el corazón de algo quizás más suave y tranquilo y dulce casi. Mirándole, yo no sentía impulsos de deschapar sus hierros, ni de encorecer sus llagas que crecían verdinegras en el fondo de todos sus fondos. Yo no habría hecho nada de esto. Mirando tamaño suplicio, tan sobrehumana actitud de pavor, siempre quise dejarle así, marchar paso a paso, a sobresaltos, a pausas, filo a filo, hacia la encrucijada fatal, hacia la jurada muerte, tanto tiempo ha revelada. No movía Palomino por entonces a socorro. Sólo llenaba el corazón de algo quizás más vago e ideal, más sereno y casi dulce, y era grato, de un agrado misericordioso, dejarle subir su cuesta, dejarle cruzar los pasillos y galerías en penumbra, y entrar y salir por las celdas frías, en su horrendo juego de inestables trapecios, de vuelos de agonía, al acaso, sin punto fijo donde ir a parar. Con su barba roja a vellones y sus verdes ojos de alga polar, el uniforme estropeado, asustadizo, azorado, parecía atisbarlo todo siempre. Un obstinado gesto de desconfianza resbalaba por sus labios de justo pavorido, por sus cabellos bermejos, por sus sainados pantalones y aun por sus dedos desvalidos, que buscaban en toda la extensión de su capilla de condenado, sin poderlo hallar nunca, un lugar seguro en qué apoyarse. ¡Cuántas veces le ví quizás al borde de la muerte! Un día fue aquí, en la imprenta, durante el trabajo. Callado, meditabundo, taciturno, Palomino hallábase limpiando unas fajas de jebe negro, en un ángulo del taller, y, de cuando en cuando, echaba una mirada recelosa en torno suyo, haciendo girar furtivamente los globos de sus ojos, con el aire visionario de los de un ave nocturna que entreviese fatídicos fantasmas. De repente tuvo un brusco movimiento. Uno de los compañeros de labor, en quien yo había sorprendido repetidas ocasiones marcados gestos y extrañas palabras de sutil aversión, tal vez inmotivada, hacia Palomino, mirábale de hito en hito, desde el lado opuesto de la estancia. Tal conducta, cuya intención no podía, desde luego, serle grata a mi amigo, por los antecedentes que dejo ya anotados, le hizo experimentar un brusco movimiento de desasosiego y agudo escozor destempló todos sus nervios. El gratuito odiador, a su vez, advirtióse sorprendido, y, perdida la serenidad, con torpeza y turbación asaz significativas, vertió de un pequeño frasco de vidrio, algunas gotas, el color y la densidad de éstas fueron envueltas y veladas casi completamente por una alígera voluta de humo que en tal instante venía del lado de los motores. No sé decir dónde fueron a caer esas largas misteriosas lágrimas, pero quien las había vertido siguió agitándose entre los objetos de su trabajo, cada vez con más visible turbación, hasta el punto de no tener posiblemente conciencia de lo que hacía. Palomino le observaba estático, sobrecogido de presentimiento, con las pupilas fijas, pendientes de aquella maniobra que inspirábale intensa expectación y angustiosa zozobra. Luego las manos del trabajador fueron a ensamblar un lingote de plomo entre otras barras dispuestas en la mesa de labor. Entonces Palomino cesa de aguaitarle, y, atónito, abstraído, bajos los ojos, superpone círculos con la fantasía herida de sospecha, desembroca afinidades, vuelve a sorprender nudos, a enjaezar intenciones fatales y rematar siniestras escaleras.... Otro día ingresó de la calle una desconocida visita, la cual acercóse al linotipista y le habló largo rato, no se percibían sus palabras entre el ruido de los talleres. Palomino saltó, plantóle la vista, analizándole de pies a cabeza, a hurtadillas, pálido de temor... ¡Palomino! ¡Vea! –le consolaba yo– Olvide usted eso, creo que no puede ser. Y él, por toda respuesta, apoyaba las sienes entre ambas manos, tintas de encierro y desamparo, vencido, sin fuerzas. A los pocos meses de habérseme traído aquí, él era mi mejor amigo, el más leal, el más bueno.
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Errores ortográficos comunes para linotipista

Palabras que derivan de linotipista


Linotipistas

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Palabras más comunes que riman con linotipista


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Palabras que riman con linotipista


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