¿Cómo se escribe vitupeláis?

En español diversas letras comparten el mismo sonido, esto da lugar a infinidad de dudas ortográficas, en muchos casos estas dudas se pueden resolver aplicando las reglas generales de ortografía. Por esa razón, si dudas de cómo se escribe una palabra, introdúcela en nuestro corrector y te la corregimos mostrándote la regla que deberás aplicar para poderla escribir correctamente.

    Los errores ortográficos más comunes son:

  • Errores de acentuación de las palabras, sobre todo en caso de que la sílaba tónica forme parte de un hiato o un diptongo.
  • Empleo de las letras j y g porque dependiendo de la palabra la letra g ha de pronunciarse con el fonema /j/.
  • Empleo de las letras c,z y el dígrafo "qu" para los fonemas /z/ /k/ y /s/, el fenómeno del seseo y del ceceo.
  • Empleo de la letra h que al ser muda, es decir, no tiene un sonido asociado, da lugar a errores.
  • Empleo de r o rr. Ya que en ocasiones la letra r se corresponde al fonema que el dígrafo rr.
  • Empleo de las letras y, ll para los fonemas /y/ y /ll/ y el fenómeno del yeísmo.
  • Empleo de las letras b,v dos letras distintas que comparten el mismo fonema /b/.
  • Empleo de la letra x para representar el fonema /s/ o /k+s/.

La palabra vitupeláis se escribe con R

La manera correcta de escribirla es VITUPERÁIS. Puedes ver la definición de vituperáis aquí

Las posibles dudas a la hora de escribir una R o una L, vienen dadas porque tanto la letra erre como la letra ele son líquidas, esto es, no hay oclusión del aire, sino que se articulan con el tracto abierto y los posibles obstáculos no impiden la salida del aire.

En algunas regiones hispanohablantes, ambos fonemas se pronuncian de la misma manera, a este echo se le conoce como lambdacismo y normalmente se da en las erres al final de palabra, de esta manera palabras como amor se pronuncian como amol, o dolor como dolol.

Ejemplos con la palabra Vituperáis

Procuró Platón que así lo hiciese, y llamando la atención de Dion hacia la filosofía, lo mantenía en su escuela en la Academia. En la ciudad habitaba en casa de un tal Calipo, conocido suyo, y para recreo adquirió un campo, del que después, al restituirse a Sicilia, hizo donación a Espeusipo. Era éste uno de los amigos con quien más trataba y conversaba en Atenas, queriendo Platón templar y amenizar las costumbres de Dion con un trato sazonado y chistoso, y que oportunamente se prestaba también a los estudios serios, porque éste era el carácter de Espeusipo, por el que le celebró como gracioso y festivo Timón en sus versos jocosos. Dando en este tiempo Platón un coro de mancebos, Dion fue el que ejercitó el coro y quien hizo todo el gasto, fomentando Platón para con los Atenienses esta ambición y munificencia, que más bien procuraba favor a Dion que gloria a él mismo. Recorría Dion las demás ciudades, y en ellas conversaba y andaba en concurrencias y fiestas con los varones más virtuosos y más versados en los negocios, sin mostrar modales orgullosos, tiránicos o afeminados, sino modestia, virtud y fortaleza, pasaba el tiempo en conferencias sazonadas sobre las letras y la filosofía, con lo que se ganó la estimación de todos, y honores públicos y decretos de parte de las ciudades. Los Lacedemonios lo hicieron Espartano, despreciando el enojo de Dionisio, sin embargo de que entonces los estaba auxiliando eficazmente contra los Tebanos. Dícese que en una ocasión convidó a Dion Pteodoro de Mégara a que pasara a su casa, era Pteodoro, según parece, un hombre poderoso y rico, viendo, pues, Dion a su puerta mucha gente y turba de negociantes, y que a él mismo había dificultad en hablarle y verle, como observase que, sus amigos lo llevaban mal y se incomodaban: “¿Por qué vituperáis a éste?- les dijo-, nosotros hacíamos otro tanto en Siracusa.”
Ver ejemplos de oraciones con la palabra vituperáis

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