¿Cómo se escribe vacilarémos?

En español diversas letras comparten el mismo sonido, esto da lugar a infinidad de dudas ortográficas, en muchos casos estas dudas se pueden resolver aplicando las reglas generales de ortografía. Por esa razón, si dudas de cómo se escribe una palabra, introdúcela en nuestro corrector y te la corregimos mostrándote la regla que deberás aplicar para poderla escribir correctamente.

    Los errores ortográficos más comunes son:

  • Errores de acentuación de las palabras, sobre todo en caso de que la sílaba tónica forme parte de un hiato o un diptongo.
  • Empleo de las letras j y g porque dependiendo de la palabra la letra g ha de pronunciarse con el fonema /j/.
  • Empleo de las letras c,z y el dígrafo "qu" para los fonemas /z/ /k/ y /s/, el fenómeno del seseo y del ceceo.
  • Empleo de la letra h que al ser muda, es decir, no tiene un sonido asociado, da lugar a errores.
  • Empleo de r o rr. Ya que en ocasiones la letra r se corresponde al fonema que el dígrafo rr.
  • Empleo de las letras y, ll para los fonemas /y/ y /ll/ y el fenómeno del yeísmo.
  • Empleo de las letras b,v dos letras distintas que comparten el mismo fonema /b/.
  • Empleo de la letra x para representar el fonema /s/ o /k+s/.

La palabra vacilarémos no debe llevar tilde

Se acentúan todas las palabras llanas que no terminan en vocal, "n" o "s".

Las palabras llanas son aquellas en las que la sílaba tónica es la penúltima sílaba.

La palabra VACILAREMOS se separa en sílabas: va-ci-la-re-mos, es llana y termina en "s" por lo tanto no debe llevar tilde.

Puedes ver la definición de vacilaremos aquí

Las reglas generales de acentuación son:

  • Se acentúan las palabras agudas que terminan en vocal "n" o "s"
  • Se acentúan las palabras llanas que no terminan en vocal "n" o "s"
  • Se acentúan todas las palabras esdrújulas
  • Los monosílabos no se acentúan excepto aquellos que llevan tilde diacrítica

Ejemplos con la palabra Vacilaremos

Y no vacilaremos en añadir que, después de que este último progreso haya sido llevado a cabo, y todo obstáculo artificial a la libre acción de las leyes naturales que rigen el mundo económico haya desaparecido, la situación de los diferentes miembros de la sociedad devendrá la mejor posible.
La novedad que absorbía antes de anoche la pública atención era la señora Grissi: mil rumores contradictorios, mil encontradas opiniones corrían acerca de su mérito y su figura por las sociedades de Madrid, y se puede asegurar que desde su salida las reunió y refundió todas en una sola, felizmente muy favorable para ella. Desde su salida se vio una figura interesantísima, no una de esas bellezas cuyas proporciones pueden servir de modelo académico, sino esa clase de belleza preferible a la hermosura. Nos han dicho que su hermana es una hermosa estatua, de ésta sentimos que es una mujer bella. Nosotros no vacilaremos nunca entre las mujeres y las estatuas. Si la belleza es la expresión, si vale algo una fisonomía animada, nada ha venido a Madrid comparable con la señora Judith, si se atiende, sobre todo, al realce que sabe dar a su mérito natural con el conocimiento del teatro y con aquella indispensable coquetería del arte que supone la conciencia de los recursos que se poseen y de la importancia de afectar los que no se tienen. Su voz nos pareció un mezzo soprano de mucha fuerza y extensión: llena, fuerte, sonora, corpulenta, de los medios para arriba sobre todo: tiene además una vibración melodiosa que encanta y es de aquellas voces de las cuales se dice vulgarmente que se pegan. Personas que la han oído antes nos han asegurado que en los puntos bajos, que en el día son firmes y claros, y en algunas notas medias ha tenido, sin embargo, más vigor: la composición de esta ópera, expresamente escrita para ella, parece probarlo, si es cierto, con todo, como creen algunos, que en nuestro clima ganan las voces de los cantantes, podrá ser que recupere toda su fuerza. Su método es excelente, su canto spianatto y declamado con una inteligencia música, con una perfección, con una expresión, que sólo pueden concebir y apreciar los que la oigan, nunca, empero, los que quieran formar su opinión por un artículo de periódico. Cantó lindamente, aunque con algún miedo, el aria de su salida del primer acto, con admirable valentía el dúo del mismo, y, sobre todo, la cabaletta. A su cooperación se ha debido indudablemente que se haya oído bien por primera vez en Madrid el final del primer acto, que arrebató. ¡Qué verdad, qué expresión en el dúo del segundo acto con el tenor, y singularmente en todo el tercer acto! En éste probó que puede unirse victoriosamente la acción al canto: las notas que canta moribundo Romeo serán siempre el triunfo de la señora Grissi: es difícil que ella misma haga nada mejor. La señora Grissi, sin que queramos ofender la memoria de la expresiva Tosi y de la profesora Lalande, es, indudablemente, lo mejor que en Madrid hemos tenido, supuesto que reúne en grado eminente las calidades que separadamente tenían aquellas dos cantatrices, siempre de feliz recuerdo para nosotros, que nunca reconoceremos más partidos que el de nuestras impresiones.
Ver ejemplos de oraciones con la palabra vacilaremos

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