¿Cómo se escribe reniténte?

En español diversas letras comparten el mismo sonido, esto da lugar a infinidad de dudas ortográficas, en muchos casos estas dudas se pueden resolver aplicando las reglas generales de ortografía. Por esa razón, si dudas de cómo se escribe una palabra, introdúcela en nuestro corrector y te la corregimos mostrándote la regla que deberás aplicar para poderla escribir correctamente.

    Los errores ortográficos más comunes son:

  • Errores de acentuación de las palabras, sobre todo en caso de que la sílaba tónica forme parte de un hiato o un diptongo.
  • Empleo de las letras j y g porque dependiendo de la palabra la letra g ha de pronunciarse con el fonema /j/.
  • Empleo de las letras c,z y el dígrafo "qu" para los fonemas /z/ /k/ y /s/, el fenómeno del seseo y del ceceo.
  • Empleo de la letra h que al ser muda, es decir, no tiene un sonido asociado, da lugar a errores.
  • Empleo de r o rr. Ya que en ocasiones la letra r se corresponde al fonema que el dígrafo rr.
  • Empleo de las letras y, ll para los fonemas /y/ y /ll/ y el fenómeno del yeísmo.
  • Empleo de las letras b,v dos letras distintas que comparten el mismo fonema /b/.
  • Empleo de la letra x para representar el fonema /s/ o /k+s/.

La palabra reniténte no debe llevar tilde

Se acentúan todas las palabras llanas que no terminan en vocal, "n" o "s".

Las palabras llanas son aquellas en las que la sílaba tónica es la penúltima sílaba.

La palabra RENITENTE se separa en sílabas: re-ni-ten-te, es llana y termina en "e" por lo tanto no debe llevar tilde.

Puedes ver la definición de renitente aquí

Las reglas generales de acentuación son:

  • Se acentúan las palabras agudas que terminan en vocal "n" o "s"
  • Se acentúan las palabras llanas que no terminan en vocal "n" o "s"
  • Se acentúan todas las palabras esdrújulas
  • Los monosílabos no se acentúan excepto aquellos que llevan tilde diacrítica

Ejemplos con la palabra Renitente

Cuando, desvanecida enteramente esta diferencia, la ciudad vino a ser toda como de un temple y una sola, puso completamente bajo su disposición a Atenas y cuanto de los Atenienses dependía, los tributos, los ejércitos, las naves, las islas y el mar, y un poder de gran fuerza, no sólo por los Griegos, sino también por los bárbaros, a causa de que se consideraba fortalecido con pueblos que les estaban sujetos, y con la amistad y alianza de reyes poderosos, y entonces ya no fue el mismo, ni del mismo modo manejable por el pueblo, dejándose llevar como el viento de los deseos de la muchedumbre, sino que en vez de aquella demagogia que tenía flojas e inseguras las riendas, como en vez de una música muelle y blanda, planteó un gobierno aristocrático, y, en cierta manera, regio, y empleándole siempre con rectitud e integridad para lo mejor, unas veces con la persuasión y con instruir al pueblo y otras con la firmeza y la violencia si le hallaba renitente, puso mano en todo lo que le parecía útil, imitando en esto al médico que en la curación de una enfermedad complicada y habitual, ora se vale de lo dulce y agradable, y ora de remedios desabridos, conducentes a la salud. Porque no pudiendo menos de haberse engendrado toda suerte de pasiones en un pueblo que tenía tan grande autoridad, él sólo era propio para tratar del modo conveniente cada una, y valiéndose de la esperanza y del miedo, como de unos timones, moderó lo que había de altivo, y alentó y confortó lo desmayado: demostrando así que laoratoria tiene el poder, según expresión de Platón, de cautivar las almas, y que su obra principal es el arte de dirigir las costumbres y las pasiones, como unos sonidos o cuerdas del alma, que necesitan una mano hábil que las pulse. Aunque la causa no fue precisamente el poder de su palabra, sino, como dice Tucídides, la opinión y confianza en la conducta de aquel hombre admirable, que claramente se veía ser incorruptible y muy superior a los atractivos del oro, el cual, con haber hecho a la ciudad de grande más grande todavía y más rica, y con haber tenido un poder que excedía al de muchos reyes y tiranos, aun de aquellos que legaron el poder a sus hijos, no aumentó ni en un maravedí la hacienda que le dejó su padre.
Ver ejemplos de oraciones con la palabra renitente

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