¿Cómo se escribe heximieran?

En español diversas letras comparten el mismo sonido, esto da lugar a infinidad de dudas ortográficas, en muchos casos estas dudas se pueden resolver aplicando las reglas generales de ortografía. Por esa razón, si dudas de cómo se escribe una palabra, introdúcela en nuestro corrector y te la corregimos mostrándote la regla que deberás aplicar para poderla escribir correctamente.

    Los errores ortográficos más comunes son:

  • Errores de acentuación de las palabras, sobre todo en caso de que la sílaba tónica forme parte de un hiato o un diptongo.
  • Empleo de las letras j y g porque dependiendo de la palabra la letra g ha de pronunciarse con el fonema /j/.
  • Empleo de las letras c,z y el dígrafo "qu" para los fonemas /z/ /k/ y /s/, el fenómeno del seseo y del ceceo.
  • Empleo de la letra h que al ser muda, es decir, no tiene un sonido asociado, da lugar a errores.
  • Empleo de r o rr. Ya que en ocasiones la letra r se corresponde al fonema que el dígrafo rr.
  • Empleo de las letras y, ll para los fonemas /y/ y /ll/ y el fenómeno del yeísmo.
  • Empleo de las letras b,v dos letras distintas que comparten el mismo fonema /b/.
  • Empleo de la letra x para representar el fonema /s/ o /k+s/.

Hay varias causas por las que puede estar mal escrita heximieran, a continuación se muestran las distintas posibilidades:

A la palabra heximieran le sobra una H

La palabra heximieran no existe en Español

La palabra heximieran contiene una hache que no le corresponde. La manera correcta de escribirla es EXIMIERAN

Es fácil caer en el error de omitir la letra h, ya que en la mayoría de los casos no se pronuncia, es decir, es muda. No obstante, aunque es poco frecuente, en algunos préstamos lingüísticos la h se pronuncia con un sonido similar al de la /j/, lo llamamos "h aspirada", por ejemplo en las palabras: hándicap, hámster, hachís... y también en los nombres propios como Hawái.

Puedes ver la definición de eximieran aquí

Ejemplos con la palabra Eximieran

Dícese que por parte de los augures se propusieron también muchas cosas que contradecían aquella jornada, pero teniendo Alcibíades otros agoreros, presentó, de ciertos oráculos antiguos, uno en que se decía que les vendría a los Atenienses grande esplendor de parte de la Sicilia, y, además, le vinieron ciertos adivinos de Zeus Amón, trayéndole un oráculo, por el que se prometía que los Atenienses se apoderarían de todos los Siracusanos, pero los que les eran contrarios los ocultaban, por temor de que se tomasen a mal agüero. Lo que no era mucho, cuando no los contenían las señales más visibles y manifiestas, como la mutilación de los Hermes, que a todos en una noche les fueron cortadas las partes prominentes, a excepción de uno solo, llamado de Andócides, ofrenda de la tribu Egeide, y que estaba junto a la casa en que Andácides habitaba entonces, y como la atrocidad ejecutada en el ara de los Docedióses, la cual consistió en que un hombre se subió repentinamente sobre ella, y, abriendo las piernas, con una piedra se cortó las partes genitales. En Delfos había una estatua de oro de la Diosa Palas, colocada sobre una palma de bronce, ofrenda de Atenas, de los despojos tomados a los Medos: a éste, pues, la picotearon por varios días unos cuervos que vinieron volando, y el fruto de la palma, que era de oro, lo arrancaron a picotazos y lo echaron al suelo, pero los Atenienses decían que esto era invención de los de Delfos, ganados por los Siracusanos Prescribióseles en aquella misma sazón, por un oráculo, que trajeran de Clazómenas la Sacerdotisa de Atenea, y, enviándola a buscar, se halló que su nombre era Hesiquia, y en esto parece que el buen Genio de Atenas aconsejaba a aquellos ciudadanos que por entonces se estuviesen quietos. Bien fuera por temor de estos prodigios, o bien porque lo alcanzara por su ciencia, el astrólogo Metón, a quien se había dado entonces cierto mando, fingió dar fuego a su casa, como que estaba loco: aunque otros dicen que no fingió tal locura, sino que, habiendo incendiado su casa por la noche, se presentó en la plaza muy afligido, y pidió a los ciudadanos que, en atención a tan grande desventura, eximieran de la expedición a su hijo, que estaba nombrado prefecto de un trirreme para pasar a Sicilia. A Sócrates el Sabio le anunció su Genio, por los medios que tenía por costumbre, que aquella expedición se equipaba en ruina de la ciudad, lo que refirió a sus amigos y conocidos, habiendo corrido entre muchos esta especie. Para no pocos eran también motivo de inquietud los días en que salió la armada, porque celebraban las mujeres las fiestas de Adonis, y por todas partes se veían tendidos por las calles sus simulacros, y junto a ellos exequias y llantos de mujeres, por lo cual, los que dan importancia a estas cosas se mostraban disgustados y temían no fuera que aquel aparato y aquella fuerza que se ostentaban entonces, tan brillantes y florecientes, se marchitasen bien en breve.
Ver ejemplos de oraciones con la palabra eximieran

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