Categoría gramatical / tiempo verbal de escatimaba

Como Conjugación De Escatimar

Verbo Transitivo

Los Verbos Transitivos son aquellos que necesitan de complemento para tener sentido pleno.

1ª Persona Singular Del Pretérito Imperfecto De Indicativo De Escatimar

El Pretérito Imperfecto de indicativo se utiliza para hablar de acciones que tuvieron inicio en un pasado no concreto y cuyo fin tampoco se concreta. También se utiliza para dar énfasis de continuidad a acciones del pasado. Veamos algunos ejemplos:

• Mientras pasaba por delante de la ventana, yo la miraba atentamente. Aquí se utiliza para expresar una situación que tuvo inicio en el pasado y cuyo fin no se concreta
• Siempre estaba dispuesto a ayudarme cuando lo necesitaba. Aquí se utiliza para dar énfasis de continuidad a una acción

Como Conjugación De Escatimar

Verbo Transitivo

Los Verbos Transitivos son aquellos que necesitan de complemento para tener sentido pleno.

3ª Persona Singular Del Pretérito Imperfecto De Indicativo De Escatimar

El Pretérito Imperfecto de indicativo se utiliza para hablar de acciones que tuvieron inicio en un pasado no concreto y cuyo fin tampoco se concreta. También se utiliza para dar énfasis de continuidad a acciones del pasado. Veamos algunos ejemplos:

• Mientras pasaba por delante de la ventana, yo la miraba atentamente. Aquí se utiliza para expresar una situación que tuvo inicio en el pasado y cuyo fin no se concreta
• Siempre estaba dispuesto a ayudarme cuando lo necesitaba. Aquí se utiliza para dar énfasis de continuidad a una acción

Ejemplos con la palabra Escatimaba

Eran nuestro tesoro, y yo los escatimaba.

¡Tenía usted mucha razón cuando me escatimaba esos títulos!.

Pensaba que al hombre de dinero le sentaba muy bien la dureza de sus jornaleros, y con ellas los confundía, a la vez que les escatimaba, con reflejos de avaricia, el mísero salario.

Sumamente celosa, no soportaba las aventuras femeninas de su marido, ni sus desaires, él la obligaba a relacionarse con sus amantes y además le escatimaba el dinero que necesitaba para cubrir todas las necesidades que su condición real le exigía.

No se escatimaba el chocolate ni los azucarillos, pero si se quería pasar de ahí, si se le antojaba a cualquier estómago el recreo de alguna magra o de algún pastel substancioso, los Enríquez de Cárdenas no tenían nada de Lúculos y cerraban las despensas con cien llaves.