Categoría gramatical / tiempo verbal de auxiliaría

Existen varias categorías gramaticales para Auxiliaría dependiendo de su origen, puedes verlas todas a continuación.

Como sustantivo

Sustantivo Femenino

El sustantivo es la palabra que utilizamos para designar entidades, tienen género: masculino o femenino y número: singular o plural.

Como Conjugación De Auxiliar

Verbo Transitivo

Los Verbos Transitivos son aquellos que necesitan de complemento para tener sentido pleno.

1ª Persona Singular Del Condicional De Auxiliar

El Condicional Simple se puede utilizar para expresar la posibilidad de que una acción tenga lugar o para hacer una petición de manera educada. Veamos algunos ejemplos:

  • Yo iría si me dijeras que es necesario. Aquí expresa la posibilidad de que una acción teng alugar
  • Podría usted indicarme si esta es la dirección correcta. Aquí se utiliza para realizar una petición de manera educada

Como Conjugación De Auxiliar

Verbo Transitivo

Los Verbos Transitivos son aquellos que necesitan de complemento para tener sentido pleno.

3ª Persona Singular Del Condicional De Auxiliar

El Condicional Simple se puede utilizar para expresar la posibilidad de que una acción tenga lugar o para hacer una petición de manera educada. Veamos algunos ejemplos:

  • Yo iría si me dijeras que es necesario. Aquí expresa la posibilidad de que una acción teng alugar
  • Podría usted indicarme si esta es la dirección correcta. Aquí se utiliza para realizar una petición de manera educada

Ejemplos con la palabra Auxiliaría

Cada uno engañó al suyo, diciéndolo que el otro iba a enviar embajadores a Artojerjes para negociar con él paz y alianza, por tanto, que, si tenía juicio, le convenía llegar él el primero, para lo que le auxiliaría en todo.
Llegáronle de allí a poco cartas de Juba y Escipión, de los cuales aquel, que se había ocultado en un monte con algunos pocos de los suyos, le preguntaba qué determinaba se hiciese, porque le aguardaría si pensaba dejar a Utica, y si prefería sufrir un sitio, le auxiliaría con su ejército, y Escipión, que estaba al ancla en un promontorio no lejos de Utica, le manifestaba que también esperaba su resolución.
En este tiempo habían ensalzado a César a grande altura las guerras de la Galia, y cuando se le tenía, al parecer, muy lejos de Roma, enredado con los Belgas, los Suevos y Britanos, a esfuerzos de su sagacidad y maña estaba, sin que nadie lo advirtiese, en mitad del pueblo, minando en los principales negocios el poder de Pompeyo. Porque haciendo de la fuerza militar el uso que de su cuerpo, la ejercitaba en aquellos combates como en una caza y persecución de fieras, no precisamente contra los bárbaros, sino con la mira ulterior de hacerla invicta y temible. El oro, la plata y todos los demás despojos y riquezas recogidos en gran copia de los enemigos, todo lo enviaba a Roma, y tentando y agasajando con dádivas a los ediles, a los pretores, a los cónsules y a sus mujeres, se ganó la amistad de muchos de ellos, de manera que, habiendo pasado los Alpes y venido a invernar en Luca, sin contar la inmensa muchedumbre que de toda clase de gentes concurrió a visitarle, del orden senatorio fueron doscientos los que acudieron, y entre ellos Pompeyo y Craso, de procónsules y pretores se llegaron a ver a su puerta hasta ciento y veinte fasces. A los demás los despidió colmándolos de esperanzas y de presentes, pero entre Pompeyo, Craso y él mediaron ajustes: que se pedirían los consulados para los dos primeros, en lo que les auxiliaría César, enviándoles muchos de sus soldados para aumentar los votos, y que inmediatamente que fuesen elegidos harían entre si mismos el re- partimiento de las provincias y mando de los ejércitos, y confirmarían a César en las provincias que tenía por otros cinco años. Como este convenio se hubiese divulgado, los principales ciudadanos lo llevaron a mal, y Marcelino les preguntó a los dos en junta pública si pedirían el consulado. Y clamando muchos por que contestasen, el primero que respondió fue Pompeyo, diciendo que quizás lo pediría y quizás no lo pediría, pero Craso, con mayor política, dijo que haría lo que creyese ser de mayor utilidad pública. Estrechaba Marcelino a Pompeyo, y como fuese mucho lo que gritaba, le salió éste al encuentro diciéndole que era el más injusto de los hombres en no mostrársele agradecido, pues que, por él, de taciturno se había hecho hablador, y de pobre había venido a estado de vomitar de harto.
Ver ejemplos de oraciones con la palabra auxiliaría

© Todos los derechos reservados Buscapalabra.com

Ariiba