Categoría gramatical / tiempo verbal de ahínco

Existen varias categorías gramaticales para Ahínco dependiendo de su origen, puedes verlas todas a continuación.

Como sustantivo

Sustantivo Masculino

El sustantivo es la palabra que utilizamos para designar entidades, tienen género: masculino o femenino y número: singular o plural.

Como Conjugación De Ahincar

Verbo Transitivo

Los Verbos Transitivos son aquellos que necesitan de complemento para tener sentido pleno.

Verbo Pronominal

Los Verbos Pronominales son aquellos que se conjugan junto a un pronombre átono.

1ª Persona Singular Del Presente De Indicativo De Ahincar

El Presente de Indicativo tiene varios usos en Español; generalmente se utiliza para expresar una acción que tiene lugar en el momento en el que se habla, pero también se puede utilizar para referir acciones rutinarias o recurrentes y para expresar acciones que tendrán lugar en un futuro inmediato. Veamos algunos ejemplos:

  • Esto es lo que te quería mostrar. Aquí se utiliza para expresar algo que sucede en el mismo momento de expresarlo
  • Yo siempre como entre las dos y las tres de la tarde. Aquí se utiliza para expresar una rutina
  • Nuestro equipo juega mañana. Aquí se utiliza para referirse a algo que sucederá en un futuro inmediato
El Presente de Indicativo expresa una acción en el momento en el que se habla, en un futuro muy próximo o para expresar una rutina que se repite

Ejemplos con la palabra Ahínco

De la empresa comercial al estudio de la arqueología, con el mismo ahínco y la misma tenacidad de su espíritu inquieto.
Así que, si quieres que yo tenga vida que pueda decir que lo es, desde luego has de entrar en esta amorosa batalla, no tibia ni perezosamente, sino con el ahínco y diligencia que mi deseo pide, y con la confianza que nuestra amistad me asegura.
Y, estando un día a la mesa con los duques, y comenzando a poner en obra su intención y pedir la licencia, veis aquí a deshora entrar por la puerta de la gran sala dos mujeres, como después pareció, cubiertas de luto de los pies a la cabeza, y la una dellas, llegándose a don Quijote, se le echó a los pies tendida de largo a largo, la boca cosida con los pies de don Quijote, y daba unos gemidos tan tristes, tan profundos y tan dolorosos, que puso en confusión a todos los que la oían y miraban, y, aunque los duques pensaron que sería alguna burla que sus criados querían hacer a don Quijote, todavía, viendo con el ahínco que la mujer suspiraba, gemía y lloraba, los tuvo dudosos y suspensos, hasta que don Quijote, compasivo, la levantó del suelo y hizo que se descubriese y quitase el manto de sobre la faz llorosa.
Sucedió en este tiempo que una de las cabalgaduras en que venían los cuatro que llamaban se llegó a oler a Rocinante, que, melancólico y triste, con las orejas caídas, sostenía sin moverse a su estirado señor, y como, en fin, era de carne, aunque parecía de leño, no pudo dejar de resentirse y tornar a oler a quien le llegaba a hacer caricias, y así, no se hubo movido tanto cuanto, cuando se desviaron los juntos pies de don Quijote, y, resbalando de la silla, dieran con él en el suelo, a no quedar colgado del brazo: cosa que le causó tanto dolor que creyó o que la muñeca le cortaban, o que el brazo se le arrancaba, porque él quedó tan cerca del suelo que con los estremos de las puntas de los pies besaba la tierra, que era en su perjuicio, porque, como sentía lo poco que le faltaba para poner las plantas en la tierra, fatigábase y estirábase cuanto podía por alcanzar al suelo: bien así como los que están en el tormento de la garrucha, puestos a toca, no toca, que ellos mesmos son causa de acrecentar su dolor, con el ahínco que ponen en estirarse, engañados de la esperanza que se les representa, que con poco más que se estiren llegarán al suelo.
Ver ejemplos de oraciones con la palabra ahínco

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